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Como almacenar las semillas de tomate

Muchas semillas de la planta se pueden guardar simplemente por su recogida ya que se secan. Los tomates tienen un poco más de trabajo. Las semillas de tomate están encerrados en un gel como saco que contiene inhibidores del crecimiento, la prevención de las semillas de germinación en el interior del tomate. La mejor manera de quitar esta cubierta de gel es permitir que los frutos se pudran y fermentan. En la naturaleza esto sucede cuando la fruta cae de la planta. Para los ahorradores de semillas, vamos a acelerar el proceso.



El primer paso es elegir los mejores tomates que buscan. ¿Quieres guardar semillas de los mejores frutos, por lo que la planta el próximo año tendrá buenos genes. [Recuerde que sólo debe guardar las semillas de polinización abierta tomates (OP). Eso incluye todas las reliquias.]

Cortar la fruta en medio de modo que el extremo del vástago está en un lado y el extremo de la flor en el otro. Esto expondrá las cavidades de semillas mejor que si se cortó el extremo del tallo. En un poco de pasta y tomates pequeños, las semillas están tan concentrados en la cavidad que se puede sacar hacia fuera y aún así ser capaces de utilizar la carne del tomate para la cocina. Muchos tomates requerirán ser rebanados sacando toda la carne con las semillas. Cualquiera que sea el caso, sacar las semillas en un recipiente limpio o frasco.

Pasos para plantar una semilla de Mango

Los arboles de mango son uno de los arboles más fáciles de crecer y cuidar. El tamaño y el sabor de la fruta dependen en la variedad que escojas, así que asegúrate de escoger una variedad que hayas probado y quieras cultivar. Puedes cultivar un árbol de mango en una maceta para mantenerlo pequeño, o puedes plantarlo en el suelo para que crezca grande.



 Aquí te decimos cómo plantar una semilla de mango. 

  1. Escoge el mango más maduro que puedas encontrar de la variedad que decidas cultivar. Escoge un mango que se sienta pesado para su tamaño. Debes poder hundir un poco la fruta con tu pulgar sin que se sienta pulposo. El mango también debe tener fragancia al ponértelo cerca de la nariz.
  2. Quita la pulpa lo más que puedas de la semilla del manto.
    • Corta el mango en tres partes a lo largo. Evita cortar el centro donde está la semilla.
    • Corta los dos extremos de las piezas de mango en cubos, luego quita la carne del mango usando una cuchara.
    • Usa un cuchillo para pelar la piel de la sección del centro del mango. Puedes cortar la carne de la semilla o comértela para exponerla.
  3. Haz un pequeño corte a la semilla de mango o frota el exterior de la semilla con una lija o esponja de lana de acero para atravesar la piel exterior de la semilla.
  4. Coloca la semilla en una pequeña jarra con agua, y coloca la jarra en un lugar tibio como una alacena o en un estante. Cambia el agua de la jarra una vez al día por 2 semanas.
  5. Quita la semilla de la jarra de agua y plántala en una maceta con una mezcla de tierra/fertilizante o en el suelo.
  6. Planta tu semilla de mango en una maceta lo más grande posible para mantener la semilla y con suficiente mezcla de tierra/fertilizante para cubrirla.
  7. Coloca la maceta en el exterior parcialmente bajo el sol; esto permite que la semilla se acostumbre al sol, o se endurezca, antes de trasplantarla para que le de el sol directamente. 
  8. Deja la semilla en la maceta si no quieres que crezca mucho el árbol, o trasplántalo cuidadosamente a un área que le de el sol directamente, ten cuidado de no dañar el sistema de raíces.

Los semilleros y el invierno

Las plantas que sean más sensibles o aquellas que provengan de otros hábitats más exóticos y que sufran en mayor medida cuando se acabe el verano, estarán más resguardadas en el interior. Con un semillero y el sustrato adecuado sería suficiente. Los mejores emplazamientos son en las ventanas o cualquier otro sitio donde les pueda incidir la luz pero que queden alejadas de las heladas.

Plantar en semilleros es muy útil para adelantarnos al verano y así tener sembradas de antemano las especies que querramos tener cuando llegue el buen tiempo. Hay sustratos especiales para este tipo de siembras, ya que si no fuera por ellos, en el exterior no aguantarían y el trabajo no valdría para nada.

Como almacenar y guardar las semillas

La temporada de cosecha puede estar terminando, pero el jardín puede seguir produciendo el próximo año. El final de la cosecha es la mejor época para salvar las semillas de las mejores plantas y guardarlas para sembrarlas durante la próxima estación.



¿Por qué guardar las semillas?
Guardar las semillas de las mejores plantas nos asegura repetir esa calidad el próximo año.
Las semillas de mostaza, hinojo, cilantro y otros cultivos pueden ser usadas como especias.
Guardar semillas ancestrales, ayuda a fortalecer la diversidad y le permite empezar a seleccionar las características (color, forma, sabor) que mas le gustan.

Se pueden preparar bocadillos deliciosos y saludables tostando las semillas de las calabazas, mientras que los guisantes y frijoles secos son perfectos para el invierno.

¿Cómo guardar las semillas?
Separe los mejores cultivos – sí, los mas grandes, brillantes y jugosos, déjelos madurar en la planta. Al no comerlos y poder guardar sus semillas podrá tener diez mas como esos el próximo año.

A los cultivos como el tomate, el pepino y otras plantas ‘húmedas’ similares, coséchelos como si fuera a comerlos, pero en lugar de eso, déjelos madurando en el interior de la casa a temperatura ambiente. Cuando se ablanden, retire las semillas y lávelas en agua tibia.

Para las plantas como la lechuga que van directamente de la flor a la semilla, déjelas el mayor tiempo posible al aire libre para que terminen su ciclo natural.

Algunos consejos.
La semilla de tomate necesita fermentarse por unos días para eliminar su cáscara. Haga un puré con el fruto y déjelo en una jarra hasta que se ponga un poco crujiente, después lave las semillas.

Las semillas de plantas secas necesitan ser ‘trilladas’, aplástelas ligeramente para remover la capa exterior.

¿Cómo almacenar las semillas?
Distribuya las semillas sobre una bandeja o pantalla, en un lugar cálido, con buena circulación de aire. Deje que se sequen por lo menos durante una semana, hasta que estén frágiles.

Empaque las semillas en un día seco. Si la zona en la que vive es muy húmeda, guárdelas junto a unos granos de arroz para que ayude a absorber la humedad extra.

Guarde las semillas en el congelador o en un freezer. Muchas semillas necesitan temperaturas frías para germinar. También las conserva por mas tiempo. Sin importar qué pase, las semillas deben utilizarse dentro del plazo de 2 años para obtener mejores resultados.

Como crear un semillero

El cultivo en semillero es una de las diferentes formas de cultivo por las que podemos optar en nuestro jardín. por un lado, es muy posible que al decidirnos por plantar una especie en particular, ésta requiera condiciones especiales dado que proviene de otro clima, y que la única alternativa sea hacerlo de esta forma; por otro lado, hay especies que precisan de este tipo cultivo de por sí.

Son variadas los géneros de plantas que se pueden sembrar de esta forma, plantas ornamentales, hortaliza, entre otras. También, la siembre en semillero, cuenta con el atributo de poder llevarse a cabo durante cualquier estación del año; las semillas que plantes crecerán protegidas y seguras, pudiendo desarrollare de buena forma.

Paso a paso cómo sembrar

El primer paso es proyectar qué precisamos: pensando en la cantidad que vayamos a sembrar, cuántas semillas, cuánto espacio y recipientes precisaremos. En los recipientes pondremos sustrato enriquecido (lo mejor es realizar una mezcla equitativa entre turba y arena). Luego, realizado un pequeño hueco donde colocamos la semilla, cubrimos el orificio con una capa, fina, de sustrato.

El riego primario debe hacerse con pulverizador, un riego mínimo debe ser, y es importante no sobrepasarse. El riego solo debe acondicionar la tierra, humedecerla apenas, sin exceso. Los recipientes deberán ser colocados en sitios cálidos, con luz y sin corridas de aire. A su vez, también puede cubrir los recipientes con algún material transparente, que permita la entrada de luz y genere un clima particular.

Durante el proceso el riego debe seguir siendo justo, regular pero moderado. Por último, los trasplantes pueden comenzar a hacerse luego de que la planta cuente más de dos hojas, pero es conveniente esperar un tiempo más.

Como multiplicar las Orquídeas

Se puede aprovechar el trasplante para dividir la planta y obtener varios ejemplares. Se desmorona el cepellón de tierra, se divide con las manos y se planta cada división en una maceta distinta de tamaño apropiado y con sustrato fresco.


Semillas

Por semillas es como se hace comercialmente y tiene su complejidad. Deben cultivarse en laboratorio y con unas técnicas complejas.

La Orquídea produce un gran número de semillas, miles por cada fruto, incluso hasta 2 millones de semillas, son como granitos de polvo. Sin embargo, sólo unas cuantas logran germinar debido a que casi no tienen sustancias de reserva y requieren ser colonizadas por un hongo que vive en el suelo que le proporciona los nutrientes necesarios para germinar y desarrollarse en un principio.

El desarrollo es lento, dependiendo del tipo de orquídea, puede tardar en florecer hasta siete años.

Lo más producido comercialmente son los híbridos de Orquídeas. En invernaderos es posible generar híbridos cruzando especies de un mismo género o especies de distintos géneros pero la misma subtribu.

Consejos para recolectar semillas de tomates

semilla de tomate
 Ya que estamos trabajando acerca de la recolección de semillas en general, pensé en abordar este tema, ya que si bien el proceso es sencillo, tiene algunos detalles curiosos.
La semilla de tomate debe recogerse en su propio líquido. Debes comenzar por contar con un recipiente de vidrio incoloro  (puede ser un vaso alto) y cortando los tomates a la mitad, lo “exprimes” como si fuera una naranja la idea es que en el vaso caigan las semillas envueltas en la “gel” como están el el mismo fruto.
Agrega agua, mezcla bien y coloca el vaso semi tapado frente a una ventana donde reciba calor; debes dejarlo allí hasta que se forme una espuma espesa en la parte superior. La realidad es que fermenta el gel, que “encajona” a la semilla. Estamos hablando tal vez 10 días o  12 días, hasta que todo está fermentado y cubierto de moho.
En ese momento, viertes todo en un colador de cocina y lavas y enjuagas muy bien, varias veces hasta eliminar todo el gel con moho, hasta que las semillas están completamente limpias. Luego las sacas y dejas sobre un trozo de papel para dejarlas en un lugar aireado durante aproximadamente dos semanas, hasta que estén completamente secas.
No debes almacenar las semillas antes de tiempo, sino se pudrirán. Así que  asegúrate de que están completamente secas; a continuación, toma estas semillas de tomate y envuélvelas, colocándolas en un frasco limpio y seco para  protegerlas de los roedores y de la podredumbre, o bien puedes almacenarlas en el congelador.

Semillas de herbáceas de litoral

A la hora de restaurar o repoblar un litoral, la compra de semillas de herbáceas de litoral o plantas ya desarrolladas es fundamental. Estas especies de herbáceas de litoral, ya sea de tipo rocoso o arenoso, han evolucionado hasta adaptarse a las especiales condiciones, donde la influencia del viento y el salitre marino modifican profundamente su fisiología.
Asteriscus maritimus con flores
Entre sus peculiares características, todas ellas son capaces de soportar fuertes concentraciones salinas en el suelo y en el ambiente, así como adaptarse a lugares batidos por el viento formando comunidades de plantas espinosas o no pero de formas más o menos redondeadas.
Entre las empresas más destacadas de selección y venta de semillas de herbáceas de litoral en España está Semillas SilvestresS.L. (informacion@semillassilvestres.com). A continuación exponemos un breve listado de algunas de las especies más importantes de nuestras costas españolas:

Ampelodesma mauritanica, Ammophila arenaria, Armeria gaditana, Asteriscus maritimus, Cakile maritima, Crithmum maritimum, Crucianella maritima, Cyperus capitatus, Elymus farctus, Eryngium maritimum, Globularia alypum, Juncus acutus, Juncus effusus, Juncus inflexus, Limonium ovalifolium, Lotus corniculatus, Lotus creticus, Malcomia littorea, Medicago maritima,  Otanthus maritimus, Pancratium maritimum, Polygonum maritimum, Sarcocornia fruticosa, Silene maritima, Sporolobius maritimum, Teucrium dunense.

como cultivar patatas con sus semillas

Cuando se habla de semillas de patatas para su cultivo, en realidad no hablamos de semillas. Tradicionalmente, para el cultivo de la patata se parte del propio tubérculo: las patatas en sí.
Ojos de patatas brotando
Estas patatas denominadas ‘de siembra‘, son troceados en tres a cinco trozos, respetando que en cada uno de ellos haya una o varias yemas (ojos) para asegurar su posterior brotación.
Estos trozos, son plantados enterrándolos en el campo y tras su germinación, nace de cada uno de ellos una nueva planta que al final de su cultivo producirá varios tubérculos.
Esta técnica de trabajar la patata en su troceado conlleva una serie de problemas para el aficionado. Entre ellos está el no saber por donde cortar exactamente, las heridas provocadas suelen ser focos importantes para la entrada de enfermedades, no se sabe detectar correctamente un tubérculo estropeado, etc. Como solución a todo ello, existe la ‘semilla de patata pregerminada‘.
A grandes rasgos, la semilla de patata pregerminada consiste en la selección de pequeños tubérculos de un calibre homogéneo. Una vez clasificada, se somete a un proceso en cámara con control de temperatura para inducirle a su pregerminación. Cuando esta comienza, se le paraliza y ya está lista para ser comercializada.
Entre las ventajas de la semilla de patata pregerminada se encuentran principalmente el que todas las patatas nacerán uniformemente, se gana precocidad en la producción puesto que las patatas ya están brotadas, y se garantiza una mayor sanidad puesto que se eliminan manualmente todas aquellas patatas que en la prebrotación se observó alguna anomalía.
En los puntos de ventas, esta modalidad de patatas de siembra se encuentran en cajas con unos 100 tubérculos cada una y normalmente con un calibre 28/42. Cada pequeño tubérculo dará tras su plantación una nueva planta con su correspondiente producción.

Como cosechar tus propias semillas

Todas las plantas, con excepción de los helechos, dan flores que lentamente se irán transformando en frutos de distintas formas y tamaños. Dentro de ellos está el tesoro de las semillas, que asegura la perpetuidad de la vida.


Este proceso, tan cotidiano y mágico a la vez, ocurre en distintas épocas del año según el tipo de planta. Por ejemplo, las especies que florecen en primavera probablemente maduren sus frutos en verano; las que florecen en verano tal vez lo hagan en el otoño, y así sucesivamente. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que los tiempos pueden variar bastante. 


LOS BENEFICIOS 

Cosechar las propias semillas es un proceso generalmente muy simple que depara grandes satisfacciones: desde multiplicar nuestro lote de plantas hasta obtener y preservar variedades poco conocidas. 


En las plantas de ciclo anual, como así también para muchos árboles y arbustos, éste es el único método de multiplicación. Además, resulta un sistema particularmente conveniente si tenemos semillas importadas de variedades no existentes o difíciles de conseguir en nuestro país, algo frecuente en hortalizas (tomates, pimientos, berenjenas o lechugas), aromáticas (albahaca, eneldo o perejil) y, por supuesto, flores. Por otro lado, existe un sinfín de plantas silvestres que no se venden en viveros ni semillerías, y el único modo de reproducirlas es cosechando sus semillas


Otra ventaja que podemos lograr a partir de la propia cosecha es obtener un solo color de flor en las variedades que normalmente viene mezcladas. Por ejemplo, las zinnias suelen venderse en colores mixtos, que van desde el amarillo al rojo pasando por el naranja, aunque también las hay fucsias y blancas. Pero bien puede ocurrir que queramos un cantero exclusivamente de flores rojas y, si así fuera, iremos eliminado año tras año las de diferente color, evitando de esa manera cruzamientos que podrían dar origen a tonos no deseados. Finalmente y luego de algunas temporadas, lograremos la uniformidad buscada. 

EL PROCEDIMIENTO


Lo fundamental en este proceso es permitirles a las flores marchitarse en la planta para permitir que el fruto complete su maduración. En algunos casos se verá el fruto claramente formado; en ese preciso momento, y no antes, se cortan para secar, aunque también es factible permitirles evolucionar naturalmente.

Muchas veces los frutos tienden a abrirse cuando secos y las semillas se diseminan espontáneamente. Esto sucede en el caso de los brincos (Impatiens balsamina), cleomes (Cleome spinosa), nicotianas (Nicotiana sp) y espuelas de caballero (Delphinum consolida), entre muchos otros. Lo más prudente, entonces, será cosecharlos antes de que se sequen completamente o adoptar una medida de precaución como envolver los frutos aún verdes en una bolsita de papel o de tela antihelada para no perder las semillas. Por otra parte, siempre se debe recordar que tanto flores como frutos se recolectan en días de sol, evitando las jornadas posteriores a las lluvias.

Los frutos con pulpa o carnosos (tomates, pimientos o zapallos) deberán secarse al sol antes de almacenar sus semillas definitivamente. En el resto de los casos, cuando los frutos cosechados no se terminaron de secar, deben colocarse en ambientes secos y frescos, ya sea colgados hacia abajo, en bolsas de papel o sobre papeles de diario. Allí podrán permanecer hasta el momento de sembrar, cuando se retiran las semillas rompiendo los frutos secos y eliminando los restos de tallos u hojitas.

Si queremos que las semillas duren más, deben limpiarse y guardarse en frasquitos herméticos. Una solución práctica es utilizar los de rollos de fotos. El poder germinativo de las semillas varía según la especie y, sobre todo, según el tipo de semillas. Las de cáscara más dura e impermeable tienden a conservarse mejor, mientras que las de cáscara blanda son más proclives a humedecerse y echarse a perder. De todos modos, es importante tener presente que las semillas obtenidas con métodos caseros no suelen durar más de dos años

PROCEDIMIENTO 
1. Corte las flores marchitas de Zinnia.
2. Colóquelas en un ambiente seco y fresco para que se terminen de secar
3. Desgrane los centros de las flores secas y deje caer las semillas
4. Guarde en sobres consignando especie y fecha de la recolección