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En nuestros días, dado el aumento de viviendas unifamiliares adosadas que cuentan con un pequeño espacio a ajardinar, ha hecho que se hable a pie de calle, “del Jardín de Pedro” o “estuvimos cenando en “el jardín de Ana”.
Yo, cuando voy no solo a viviendas unifamiliares adosadas, sino a viviendas independientes e incluso a grandes fincas de recreo compruebo con tristeza que ni Pedro ni Ana tienen jardines y que a cualquier cosa hoy día se le llama jardín.
Un jardín, como siempre hemos dicho muchas veces, es una obra de arte y precisamente lo que se dice una obra de arte no es lo que yo veo. Pongamos un ejemplo, una obra de arte es un cuadro al óleo donde un artista ha dejado su tiempo y su talento plasmado en un trabajo original y que toca la fibra de las emociones humanas pero no podemos llamar en ningún momento obra de arte a una lámina de papel que hemos comprado plastificada y enmarcada. Pues esto justamente es lo que está ocurriendo hoy día en el panorama actual paisajistico-urbano de los jardines. Es lógico que haya ocurrido esto ya que el impacto urbanístico ha sido gigantesco tocando un nuevo perfil de vivienda que cuenta con una serie de prestaciones que hasta ahora no se habían dado, como es el jardín.
Así pues cuando alguien desea realizar un Jardín toma como referencia la “lámina plastificada” de su vecino, amigo o compañero de trabajo y nadie toma como referencia el original cuadro al óleo, porque nadie poseía un cuadro al óleo y no existían referencias correctas que seguir o copiar.
Nos encontramos pues en un momento donde estamos perdidos porque las referencias que se toman son erróneas, referencias que a su vez sirven de guía a un tercero o cuarto en adoptarlas, es por ello por lo que los paisajistas estamos aunando todas nuestras fuerzas para hacer ver lo que realmente es un jardín, por pequeño que este sea.
Son tantas las referencias erróneas que se siguen…. de lo cual no culpo a absolutamente a nadie porque no he analizado de donde proviene el error ni merece la pena ello, ha sucedido así y lo que tratamos ahora es de que las gentes tomen conciencia de lo que realmente es un jardín, una de esas referencias mal tomadas es la de poner césped en lugar de pradera. ¿Recuerdan el artículo que les presenté hace tiempo en esta misma web? Reléanlo por favor: “La pradera, alternativa al césped”.
Mis únicos consejos y en los que haría hincapié serían que si adquieren una casa con Jardín por pequeño que este sea:
– No solar con ningún pavimento para convertirlo en patio.
– Que recurran a un paisajista ( que son los verdaderos artistas de los jardines ) y él les aconsejará mejor que nadie, recuerden que la diferencia entre un viverista y un paisajista es la misma que entre un farmacéutico y un médico, el primero vende el producto y le puede dar profundos consejos pero nunca planificar y proyectar un jardín hispano-morisco, un jardín Shintoísta-zen, un jardín mediterráneo, un jardín inglés ó minimalista con el mismo acierto y estilismo que el primero.
Los paisajistas, por muy diferentes que sean sus estilos, son los únicos que contemplamos el jardín como un refugio para el espíritu y un bálsamo para el alma. Veamos a continuación una serie de imágenes que nos ayuden a visualizar estas ideas:
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