Las Bulbosas son fáciles de cultivar, pero es muy importante un buen abastecimiento de agua para obtener buenos resultados. Cada cuánto tiempo regar depende de diversos factores. Los principales son:
De la especie de que se trate. Por ejemplo, las Begonias necesitan más agua que los Agapantos.
De su situaciónen el jardín. Si da mucho el viento la planta se deshidrata más; o si está a pleno sol consume más agua; o si el clima es caluroso, etc.
Del tipo de suelo. Un suelo arenoso retiene menos agua, y por tanto hay que regar más que uno arcilloso.
De la época del año. En primavera y verano más agua que en invierno.
Las necesidades hídricas son máximas en la época de la floración.
Las especies que se cultivan en maceta, el sustrato se deshidrata con más rapidez.
Consejos sobre riego:
Una vez que se planta el bulbo o las demás bulbosas, el suelo debe mantenerse siempre húmedo al nivel de las raíces para obtener una buena floración, pero sin encharcar para no provocar la pudrición.
El exceso de agua es un grave problema para la mayoría de las plantas ornamentales.
Siempre es mejor quedarse corto con el riego que pasarse.
Los bulbos necesitan un excelente drenaje.
Aquellas tierras muy arcillosas, y por tanto con escaso drenaje, se les puede aumentar su porosidad añadiendo arena de río y materia orgánica (mantillo, compost, turba…).
Si la maceta no tiene agujeros de drenaje en la parte inferior o son insuficientes, debemos realizarlos.
Riega a primeras horas de la mañana o al atardecer; no en las horas de más sol.
No mojes las flores. De ahí que no sea recomendable regar con aspersores o difusores, sino con goteo o manguera, localizando el agua al pie de la planta.
Sigue regando después de que se hayan marchitado las flores para que las hojas continúen acumulando reservas.