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Vacunas para tus frutales
Existe un método muy sencillo para prevenir que nuestro frutal se vea afectado por los hongos, una enfermedad muy típica del otoño que puede llegar a pudrir un árbol. Con las buenas temperaturas, las lluvias y la humedad adecuada, la planta está protegida automáticamente. Pero cuando no se dan esos tres factores juntos, tenemos que echarle una mano:
- Según el tipo de frutal, realizaremos el tratamiento cuando se haya caído una cantidad de hojas. En los que dan frutos con hueso tendremos que esperar a que se hayan caído el 75% de las hojas. En los de pepita, basta con que se caigan la mitad.
- El tratamiento lo realizaremos con productos que activen los mecanismos de defensa de la propia planta, como los compuestos ricos en cobre.
- Añadiendo los pétalos caídos a la tierra actuarán como vacuna biológica para inactivar los hongos y otras infecciones, ayudando así a la autodefensa del árbol.
Un ejemplo práctico: el níspero
Al igual que otros frutales, el níspero se ve afectado cada otoño por el hongo moteado. Cuando esto ocurre, aparecen manchas en los frutos y las hojas. Para evitarlo, hay que quitar los frutos y brotes secos de sus ramas, e impedir que queden parcelas deshabitadas a su alrededor, que aumentan el riesgo de ataque por parte del hongo.
Con estos cuidados conseguiremos tener unos árboles frutales sanos en otoño, y unos frutos deliciosos en verano. Además, contribuiremos a preservar el medioambiente, y evitaremos que nuestro árbol sufra por algo que podríamos haber impedido.
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