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Las Equináceas aman el sol, por lo mismo, son las plantas ideales para un jardín abierto, de clima cálido y seco.
Esta planta también tolera un poco de sombra si está en buena tierra. Lo único que puede acortar la vida útil de la flor es cuando está en suelos muy arcillosos o suelos muy húmedos, ya que no le gusta estar en suelos que están constantemente mojados. El buen drenaje es fundamental.
La Equinácea se puede propagar a partir de semillas recogidas de cualquier otro jardín o a partir de una estaca sacada de otra planta. Esta planta también se propaga por esquejes de raíces.
Hay varios tipos de Equináceas, y todas son muy resistentes, aptas para cultivos en terrenos salvajes. Todas sirven para prevenir resfríos en el invierno y ornamentar hasta el más complicado de los jardines.
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