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El cultivo de la Saintpaulia ionantha o violeta africana es relativamente sencillo aunque siempre queda relegado a los viveros profesionales.

De entrada podemos hablar del cultivo de la Saintpaulia ionantha a nivel profesional. Su multiplicación comercial se realiza por esquejes de hoja, aunque también se pueden propagar por semillas, siendo este método empleado en la obtención de nuevas variedades. De hecho, tras continuas hibridaciones se han conseguido en el tiempo una gran cantidad de variedades y formas, algunas enanas o colgantes, con flores sencillas, semidobles o dobles, a veces con los pétalos de varios colores e incluso como con diversas formas de hoja.
De las llamadas plantas madres de Saintpaulia ionantha (plantas seleccionadas por su calidad, vigor, sanidad, etc.), se cortan sus hojas dejando las hojas enteras con unos dos centímetros de peciolo. Seguidamente se clavan en el sustrato dejando las hojas unos milímetros elevadas sobre el sustrato plantado.
Los sustratos utilizados deben de ser porosos, bien drenados, aunque siempre húmedos. El pH ligeramente ácido (5,5 a 6,5) y durante el enraizaje con una temperatura alrededor de los 22ºC.
Una vez enraizadas con una humedad ambiente entre el 60 y 80 %, vemos como emiten desde la base de los pecíolos una serie de brotes, siendo cada uno una nueva planta. Por lo tanto se arrancan, se separan y se planta cada brote de forma individualizada para que dé una nueva planta. El sustrato puede ser el mismo pero algo más enriquecido con un abonado de fondo.
Durante el cultivo la humedad relativa puede ser algo más baja (entre 50-70 %) ya que si es muy alta favorece la floración. La temperatura óptima de cultivo es de 20 a 25ºC. Por debajo de 10ºC la planta puede morir. Y en cuanto a la luminosidad debe de estar entre los 8.000 y 10.000 lux, perjudicándole el exceso de luz, produciendo un exceso de vellosidad en sus hojas y un abarquillamiento de las mismas.
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