Cómo ahorrar energía en el jardín. ¿Se te ocurre cómo puede ser? Pues bien, permíteme decirte que no hay una, sino muchas maneras de hacerlo. Todo es cuestión de tomar conciencia y descubrir cuál o cuáles de ellas significan menos sacrificio para ti y comenzar a ponerlos en práctica.

Si bien te llevará más tiempo y seguramente mayor esfuerzo físico, trata de hacer a mano la mayor cantidad posible de trabajos; ello ahorrará energía y combustible de las máquinas en cuestión y de paso tú quemarás algunas calorías, que siempre viene bien.

Por un tema de seguridad puedes sostener algún que otro foco permanente en tu jardín, pero por ejemplo los accesos a senderos o iluminación de gran alcance, puedes instalarla con sensores de movimiento de tal modo que sólo se enciendan cuando se detecta pasaje de personas o animales.

El complemento ideal para la medida anterior. No hay excusa para no instalar bombillas de bajo consumo y bajar la inversión de energía en el jardín. En el mercado puedes  encontrar focos de luz blanca con estas características y la técnica que  ha surgido en forma relativamente reciente: el  LED, que consume menos. Tu factura de la luz, da las gracias.