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- Riega abundantemente las plantas.
- Las puedes regar en las horas más frescas: muy temprano por la mañana o muy tarde en la noche.
- Las mangueras no se deben dejar al sol.
- El césped y las plantas expuestas al sol requieren riego casi a diario.
- Cuidado con las macetas porque en esta época pierden agua con rapidez.
- El viento aumenta la transpiración de las plantas; protéjalas con cortinas cortavientos.
- Asegúrate de regar adecuadamente lo recién plantado; son más vulnerables.
- Las cestas colgantes requieren más agua porque la evaporación es mayor.
- Las plantas en macetas y jardineras necesitan fertilizantes.
- Los setos necesitan cortes de mantenimiento durante todo el verano.
- A principios de verano, poda los arbustos que hayan pasado la flor, como el ceanoto, “kerria”, “berberis darwinii”, “escallonia”.
- Elimina la madera vieja, rota o enferma.
- Retira las flores marchitas, así se alarga la floración.
- Árboles plantados en el césped pueden enfermar por el riego excesivo para ellos.
- No realices tratamientos químicos en horas de calor.
- En las dalias y crisantemos se quitan algunos brotes florales para que los que queden se hagan más grandes.
- Las trepadoras se atan según van creciendo.
- El césped se riega más y más a menudo, no dejando nunca que se seque la tierra.
- A finales de verano es la mejor época del año para sembrar un nuevo césped, resembrar, para rellenar los espacios donde haya desaparecido o donde esté en mal estado.
- Si el tiempo es muy seco, deja la hierba del césped más alta de lo habitual.
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